Hoy conocemos a Isabel Coleto, socia fundadora de Talantia, empresa especializada en soluciones medioambientales, con la que tenemos una estrecha y dilatada relación. Talantia nace gracias a la unión de cuatro consultores seniors referentes del sector (Isabel Coleto, Pedro Verzier, Regina Rodríguez y Fernando Temprano). En 2017 arrancan su proyecto en nuestra sede de Atocha, y más tarde deciden moverse a nuestra sede de Abascal. Es en Abascal donde el grupo experimenta su mayor desarrollo y crecimiento.

¿Qué os empuja a emprender Talantia? ¿Qué dificultades habéis tenido para compatibilizar los diferentes puntos de vista de los 4 socios?

Es algo que nos debíamos a nosotros mismos. Llevábamos mucho tiempo trabajando por cuenta ajena y teníamos sed de libertad, de hacer algo diferente. Después de mucho tiempo y una carrera profesional exitosa, teníamos ganas de hacer algo en conjunto. Somos cuatro socios y nos llevamos todos muy bien, a pesar de tener diferentes puntos de vista. Hasta el momento, hemos sabido llegar a un consenso, a una única decisión final. La verdad es que no es algo que nos haya costado mucho, antes de socios somos amigos.

¿Podrías hacernos un resumen de tu trayectoria profesional?

Empecé en una empresa de tipo mediano que se dedicaba a hidrogeología y búsqueda de agua en España, y que poco a poco se fue metiendo en temas de contaminación. Estuve bastante tiempo en esta empresa, hasta que llegó un momento en el que la situación fue insostenible.  Después cambié y me fui a una empresa que, con el tiempo, fue siendo comprada por otras empresas más grandes, debido al proceso de globalización que todos conocemos. Finalmente fue comprada por una multinacional gigantesca. Tres de los socios llegamos a esa última absorción teniendo puestos de responsabilidad, pero la filosofía ya no era la misma, así que vimos el momento de dar el salto a emprender

Pedro, impulsor del proyecto, ahora se jubila. ¿Podemos decir que estás tú al mando?

Bueno, Regina y yo somos las que estamos al mando. Regina se ocupa de la sede en Bilbao, y yo en Madrid. Pedro, a pesar de estar jubilado, sigue dando mucha guerra eh…(risas).

En varias ocasiones Pedro me decía que le hubiese encantado vivir el momento de cambio tan excepcional que estamos viviendo ahora mismo con 30 años menos. ¿Qué opinas tú?

Emprender no es un camino de rosas, ni muchísimo menos. Es algo muy complicado y difícil, aunque tiene esa parte buena de que te hace ser tú mismo y elegir por dónde quieres ir. Yo estoy absolutamente encantada con el cambio y estoy feliz. 

Mucha gente se plantea hacer lo que vosotros habéis hecho, dar el salto y emprender. Hablando con Pedro, me contaba que nunca se había imaginado lo complicado que era emprender. Desde tu punto de vista, ¿dónde están los mayores escollos que uno se encuentra a la hora de emprender?

Hay muchos escollos administrativos (registros, permisos, notarios, auditorías de seguridad, etc.), lógicamente financieros (créditos, etc.), y por supuesto, la piedra angular, el staff. Es muy complicado encontrar gente que quiera moverse del sillón, así que hemos tenido problemas para fichar talento. Además, también es complejo identificar a personas que encajen en el engranaje y la cultura de la empresa, en la filosofía.

En una sociedad que está cambiando tanto y nuevas generaciones que valoran cosas tan diferentes que nosotros, ¿cómo conseguís motivar al personal y hacerles partícipes del proyecto?

Eso también me gustaría saberlo a mi (risas). Cada persona es totalmente diferente. No hay nada estándar, no hay nada escrito, puesto que cada persona es un mundo, pero la única receta que yo tengo, es pasar tiempo con la gente. Creo que es la única posibilidad para que todos vayamos en el mismo barco y en la misma dirección. 

¿Qué diferencia Talantia de la competencia? ¿De qué estáis más orgullosos?

Nosotros nos dedicamos a un medioambiente más “heavy”, más duro, más complejo e industrial. No es el medioambiente de los pajaritos. Nosotros vamos a los vertederos, hacemos un diagnóstico, vemos el estado en el que está, limpiamos el suelo, las aguas, el aire etc. Tenemos dos claras referencias en nuestro campo: la calidad y la innovación, estamos muy orgullosos de invertir nuestros recursos en nuevas tecnologías, y que son novedosas, las cuales creemos pueden ser muy interesantes y que pueden hacernos avanzar. 

talantia

Hablemos un poco sobre la escasez hídrica que estamos sufriendo, como por ejemplo, en Melilla. 

Bueno, eso está claro que va a ser un gran caballo de batalla en el futuro. No va a haber agua, ni en cantidad ni calidad suficiente para abastecer a todo el mundo en el futuro, por lo que no queda otra opción que esa: limpiarla y reutilizarla. No hay otra posibilidad. No se puede tirar simplemente el agua sucia, contaminando cauces, acuíferos y mares, hay que hacerlo de otra forma. El agua va a ser un bien escaso y difícil de conservar en calidad, por lo que es muy importante ser conscientes de ello. Ahora mismo estamos metidos en algunos proyectos que están enfocados a la regeneración y limpieza del agua. Hay muchos sitios (Sudáfrica, Oriente, etc.) que necesitan obligatoriamente reciclar ya, urgentemente. De hecho, ya hay mucha gente que bebe agua reciclada. De la misma forma que hay muchísima gente en el levante español que está bebiendo agua desalinizada, también hay gente que bebe agua después de haber sido reciclada. También hay lugares donde se diferencia el agua potable de la residual…eso de tirar de la cisterna de los inodoros con agua potable, es algo que no se puede mantener. Hay muchas cosas que se están haciendo y nosotros queremos poner también nuestro granito de arena.

Prevemos que van a llegar fondos de la U.E. para proyectos medioambientales. ¿Qué previsión tenéis para el sector y qué previsión de crecimiento prevéis para Talantia en este contexto?

No sé hasta qué punto esos fondos van a llegar realmente a las empresas privadas, para mí es un misterio y no tengo grandes expectativas. Yo creo que el mercado va a ir por otro lado y se va a dinamizar de otra forma, igual me equivoco. 

Lo que está claro, es que todos tenemos que ser conscientes de que algo hay que hacer, puesto que estamos acabando con el mundo, ¿no? Esta situación no hay más remedio que genere una economía basada en la reutilización, en el reciclaje, la sostenibilidad, las energías limpias….¿eso os toca de lleno a vosotros, no? ¿Es una oportunidad de crecimiento?

Claramente. Aunque no es algo que hayamos descubierto nosotros en esta generación, que tenemos que reciclar. Tenemos que volver a muchos de los usos que se hacían antes. Antes no se generaba tanta basura o, por lo menos, no se tiraba todo tan tranquilamente. En los pueblos, prácticamente no había basura, porque entre lo que se comía el cerdo y lo que se quemaba…hoy, sin embargo, somos máquinas de generar basura. El ser humano, desde siempre, ha generado mucha basura, desde la época del Imperio Romano. De hecho, muchísimos arqueólogos viven de los vertederos de las civilizaciones antiguas. Creo que sí tenemos que ser conscientes, sin ser catastrofistas (se están mandando muchos mensajes de este tipo), pero sí tenemos que ser muy realistas y, a su vez, ponernos manos a la obra y medir bien nuestros pasos. No podemos consumir, consumir y consumir, y después poner el freno en seco porque no se sostiene. Hay que poner los mecanismos en marcha y medir bien los pasos. Yo soy una firme convencida de que la economía circular, la de nuestros abuelos. Tiene que volver. 

¿Cuáles crees que son los mayores desafíos medioambientales de la humanidad?

Ahora mismo estamos todos enfocados en la energía (cada vez más cara), pero agua y energía muchas veces van juntas, de la mano. Limpiar agua también es un problema energético. Tendemos a compartimentar todo, pero todo al final acaba siendo la misma cosa…y el agua va a ser un gran caballo de batalla. 

Otro tema sería la extracción de los recursos naturales con el menor impacto posible. Creo que no podemos dejar que China lleve todo el peso en este sentido por el hecho de ser la mayor industria del mundo, puesto que eso sería suicidarnos. No nos estamos dando cuenta de que Europa tiene un grandísimo reto. Vivimos en una sociedad acomodada y confortable, y en ocasiones damos las cosas por hechas por llevar ahí desde hace mucho tiempo, sin embargo, nos lo tenemos que ganar.  En España, por ejemplo, tenemos muchos recursos naturales que no estamos explotando. Por ejemplo, los convenios de colaboración que ha firmado Marruecos con algunas compañías petroleras, para explotar un campo de petróleo que está al lado de Canarias. Canarias no ha querido saber si quiera qué recursos tiene, no ha permitido siquiera que se explore qué hay ahí…y al final, lo van a explotar los vecinos a muy pocas millas de distancia. Estamos viviendo en un mundo raro, ¿no? Porque Canarias es una región que encima necesita actividad económica y riqueza…¡y la tiene! También tenemos muchas minas paralizadas por los permisos, porque no se están dando permisos para explotar minas. También en Canarias, en el fondo del mar hay muchísimas posibilidades. No podemos esperar a que vengan desde China o, en este caso Marruecos, a explotarlo en lugar de nosotros.

Nuestro modelo de consumo exige eso, ¿no? A nadie le parece mal ir a la gasolinera y llenar el tanque de gasolina, pero sí nos parece mal ver las plataformas en la costa, ¿no?

O tener un teléfono móvil, por ejemplo, que necesita un montón de material extraído en minería. Los chinos ahora mismo lo están comprando todo. Tú ves los mapas de producción de algunos metales, y no es que el primero sea China, es que es el único. ¡Ha acaparado todo! Y en España tenemos grandes riquezas, Canarias es una, pero también en Extremadura, etc. Y no se están dando permisos de actividad, están paralizados todos. Y muchos de ellos por temas medioambientales. Minera sí, pero responsable y no invasiva. El tren de vida que llevamos no es sostenible.

¿Cómo te ves a ti misma dentro de 10 años y cómo ves el mundo dentro de 20?

(Risas). Dentro de 10 años, no sé…ya jubilada igual, ¿no? (Risas). No sé, a mí me gusta mi trabajo y dentro de 10 años espero poder seguir trabajando. Sé que mucha gente está deseando jubilarse y tal, pero yo no, no, rotundamente. 

Y el mundo dentro de 20 años, me gira la cabeza (risas), como la niña del exorcista (risas), pero creo que va a haber grandísimos cambios. Los medios de transporte, los robots, no sé…todo es como impresionante y abrumador algunas veces, pero muy excitante también. Será algo gordo que no me gustaría perderme…y será antes de 20 años también, eso seguro. 

Por último, ¿podrías decirnos cómo ha sido tu experiencia en INSPIRA? ¿Qué habéis valorado más y qué otras cosas os hubiera gustado tener y no habéis tenido?

A nosotros nos ha venido muy bien tener un lugar que ya esté equipado, que podamos contar con la recepción, la fotocopiadora, la limpieza, etc. Que nos hayamos olvidado de todas estas cosas, nos ha venido genial. Estar en Inspira, nos ha permitido crecer de forma ordenada, sin preocuparnos de mil cosas que nos habrían quitado tiempo para dedicarnos a lo importante.

Y en el aspecto humano, el equipo de Inspira…¿os habéis sentido apoyados?

La verdad es que tenéis una gente estupenda. Son todos muy serviciales y nunca hemos tenido ningún problema. En todo momento habéis sido accesibles, se puede hablar con vosotros para cualquier cosa. Si necesitamos bajar un armario, se baja el armario, si necesitamos una sala, pues una sala, hacer una videoconferencia, presentación, alojar un servidor…en fin, para todo lo que necesitábamos, ahí estabais siempre, dándonos un apoyo muy grande durante todos estos años. Nos habéis facilitado la vida mucho, así que también agradeceros que hayáis sido así de accesibles y serviciales. 

Muchas gracias por dedicarnos estos minutos, Isabel. Y mucha suerte también. A pesar de la distancia, seguimos estando unidos.