En la actualidad, debido en parte al ritmo de vida que llevamos, muchos somos los que nos decantamos por la opción más rápida y probablemente más divertida. Está claro que salir de esas cuatro paredes tiene sus ventajas, no lo dudes, incluso está muy bien estirar un poco las piernas, dejar que nos dé un poco el aire, y ver otras caras diferentes a las habituales de tus compañeros, pero aquí hablaremos de los múltiples beneficios que tiene no hacerlo, al menos no todos los días, puesto que salir de vez en cuando es también recomendable para desconectar o cambiar la dinámica del día a día.

Sin embargo, todos sabemos que la opción más económica será preparar tu propio tupper para realizar tus comidas en la oficina. Pero, la verdad que a veces a uno se le acaban las ideas o le invade la pereza de tener que cocinar. Por ello, este post va dirigido a enumerar las diferentes ventajas que tiene almorzar en la oficina de “tupper”. Al final de la publicación encontraréis un vídeo que me ha resultado muy interesante a la par que divertido.

Ventaja #1. Aspecto económico.

Si trabajas en una zona con una gran oferta gastronómica o de restauración, entiendo que te va a resultar muy complicado renunciar a ese diverso y atractivo mar de posibilidades que te ofrece tu distrito, pero seguro que todo será más fácil si piensas primero en tu bolsillo. El precio medio de un menú en cualquier bar/restaurante está en torno a los 11€, algunos te dan la opción de elegir sólo un plato del menú por unos 8€, así que haz tú mismo los cálculos de lo que te gastarías si salieras a comer todos los días de la semana fuera. En contraposición, prepararte algo de comer en tu casa te saldrá siempre mucho más barato. Lo importante es que te lo propongas y seas capaz de organizarte para preparar tus menús un día o unos cuantos días antes. Si haces un cálculo del ahorro que supone anualmente, te sorprenderías.

Ventaja #2. Factor tiempo.

Salir a comer fuera está muy bien, pero es imposible hacerlo en media hora. Normalmente, te hace falta al menos una hora para poder desplazarte al restaurante, sentarte en la mesa, elegir la comida, esperar a que te sirvan, comer y pagar. Hoy en día, la mayoría de nosotros tenemos unos tiempos muy ajustados, preferimos incluso trabajar en jornada intensiva cuando es posible. En muchas ocasiones se desconecta tanto que corremos el riesgo de perder el ritmo de trabajo, amodorrarnos o hasta volver más cansados y con ganas de echar una siesta. Aunque no lo parezca, esta es otra de las ventajas que tiene comer en la oficina, puesto que no sólo nos ahorraríamos el tiempo de los desplazamientos y el almuerzo, sino que además evitaríamos que nuestro cuerpo se desactivara del ritmo habitual de trabajo. Por tanto, poder comer en la oficina sin perder ese maravilloso tiempo que te impida terminar con tu trabajo diario, hoy por hoy, es un verdadero lujo. Si decidimos alimentarnos de “tupper” también podremos llegar a hacer algo de deporte en el horario de comida sin alargar demasiado esta pausa.

Ventaja #3. Alimentación equilibrada.

Para empezar, eliminamos de golpe y porrazo toda la comida rápida como las hamburguesas, pizzas o bocadillos, productos cuya oferta, por desgracia, es bastante amplia. Estamos más que acostumbrados a ver un gran número de restaurantes diferentes con esta misma oferta, lo cual aumenta las posibilidades de que piques y caigas en la trampa. Si eres capaz de organizarte y prepararte algo en tu casa el día anterior, ya tienes bastante ganado. Nadie va a cuidar tu salud tanto como tú mismo, te lo aseguro. Al menos, así es como debería ser.

Ten en cuenta que los restaurantes lo que persiguen es que disfrutes de la comida y vuelvas. La abundancia de grasas y azucares ayuda mucho en ese sentido, pero eso luego se paga con sobrepeso, pesadez de estómago, sueño, y por supuesto problemas de salud a largo plazo. Salir a comer fuera de vez en cuando es fantástico, pero trata de regular la cantidad creando un equilibrio. Cuando decidas salir a comer fuera, trata de seleccionar un restaurante que ofrezca comida saludable, no confundas esto con las presentaciones o cantidades. En ocasiones las apariencias engañan.

Existen multitud de opciones para poder confeccionar un menú semanal que se ajuste a los nutrientes que tu organismo necesita, es decir, la comida que preparemos debe aportarnos proteínas, carbohidratos, vitaminas, grasas y fibra, igual que una comida equilibrada en casa. Todo es cuestión de informarse un poco y poner algo de interés. En este sentido, la pasta hervida, el arroz blanco, las legumbres, las verduras o las ensaladas son buenísimas opciones para incluir en el «tupper», pero no olvides incluir proteínas y grasas, son imprescindibles para asegurar una dieta equilibrada. Si dudas no tengas vergüenza, consulta con un nutricionista que te pueda asesorar. Aquí te dejo una propuesta de menú semanal que me pareció bastante saludable y prácticas.

Además del “tupper” de mediodía te recomendamos que lleves algo para comer entre horas. Un yogurt, fruta o frutos secos pueden ser opciones perfectas para esos momentos en los que tu organismo te pide nutrientes. Intenta comer cada 3-4 horas, eso te ayudará a mantener un peso equilibrado y buena forma física. Ten en cuenta que someter a tu organismo a ayunos de 6-8 horas es una invitación para que acumule grasas, pues lo identificará con carencia, y por tanto necesidad de “guardar”. Los ayunos prolongados también generan picos de azúcar que pueden generar dolencias crónicas como diabetes. Recuerda beber en abundancia agua, evitando por todos los medios bebidas azucaradas que no aportarán nada bueno a tu organismo.

A continuación, os facilito una publicación en Linkedin de una de nuestras más queridas clientes, Maria Vega, asesora nutricional de la empresa Dddieta, que nos visita cada semana en nuestras salas para atender a sus pacientes.

Además, os dejo por aquí este vídeo, creado por Mikel López Iturriaga, más conocido como El Comidista, filólogo, ​ periodista vizcaíno y crítico gastronómico que desde 2010 escribe un blog en El País. El vídeo, además de haberme resultado muy divertido, nos da tres ideas de tuppers sanísimas, súper fáciles de elaborar y que tienen una pinta verdaderamente deliciosa:

Aprovecha los fines de semana para organizar tu dieta de la semana, pues podrás hacerlo con más calma e invertir el mismo tiempo en preparar varias raciones del mismo alimento a consumir durante toda la semana. Trata de organizarte un menú equilibrado que te aporte los nutrientes necesarios.

Por último, intenta que tus comidas se realicen en los mismos horarios cada día. Tómate tu tiempo en consumirlos. Si tu “tupper” es de plástico, trata de evitar calentar la comida en el mismo “tupper”.

¡Esperamos que estas recomendaciones os ayuden en vuestro día a día!